Las soluciones con energías alternativas son un campo de rápido crecimiento en la industria de la manutención. Ahora, los clientes se guían cada vez más por la repercusión ambiental de los equipos que eligen. Para la marca Yale, la idea de diseñar soluciones de manutención con energía alternativa comenzó hace 100 años.
En 1920, Yale & Towne introdujo su primera carretilla elevadora eléctrica en el mercado de carga y descarga. Con este lanzamiento y una amplia serie de nuevos equipos de manutención de materiales, nació oficialmente la marca Yale. Desde entonces, la marca ha seguido desarrollando soluciones energéticas bajo su filosofía ‘People. Products. Productivity.‘ que le ha ayudado a comprender los desafíos que enfrentan sus clientes y encontrar la mejor manera de superarlos.
Ahora, Yale anuncia que, al mismo tiempo que se celebra primera carretilla eléctrica, ha ampliado la extensión de la tecnología de iones de litio como equipamiento estándar a una serie de modelos seleccionados. De esta manera, las soluciones de ión-litio se convierten en la fuente energética por defecto en toda la gama de carretillas eléctricas de Yale, desde las contrapesadas a las transpaletas elevadoras con operario a bordo o a pie.
«El uso de baterías de ion de litio ha tenido un rápido crecimiento a lo largo de los últimos años. Hay un mayor número de clientes que consideran comercialmente viable esta tecnología de baterías. Por ejemplo, las aplicaciones alimentarias y farmacéuticas se benefician del menor riesgo de vertidos químicos, y las aplicaciones de automoción, venta al por menor y logística cosechan las recompensas de utilizar una sola batería para operaciones de turnos múltiples», señala Ivor Wilkinson, Solutions Manager en Yale.